Se calcula que hacia el año de 1.959 empezaron a llegar los primeros pobladores del caserío. Nos cuenta el señor José Ángel Barrera, que, en el año de 1960, cuando él llegó, ya estaba establecido en este lugar, el señor Octavio Marín, llamado comúnmente el Mono Marín. Por este mismo año llegaron otros pobladores como don Luis Enrique Bahos, Raúl Álzate y Adela Rodríguez, quien organizo un pequeño restaurante. Todos ellos fueron construyendo ranchos de vara en tierra en lugares aledaños a lo que hoy es la estación de ferrocarril. Cuentan los primeros pobladores, habitantes aun en este lugar que los terrenos donde se construye el caserío fueron donados por el señor Gabriel Echeverry quien poseía una gran hacienda denominada hoy “El porvenir”. Hacia el año de 1.963, cuando ya había crecido el número de familiares, dos hermanas llamadas: Fanny y Gabriela Henao, empezaron a dar clases a los niños en una choza- capilla construida por un sacerdote llamado Arturo Henao, quien venía con cierta frecuencia a ejercer funciones pastorales. Cuenta Don Luis Bahos, que las educadoras cobraban a los padres de familia una cuota semanal de un peso con veinte centavos por cada niño que atendían. En 1.964, las fuerzas armadas, establecidas en esta localidad, hicieron un aporte de $ 150.000, para construir 3 escuelas en esta región; fueron ellas: La de Puerto Pita, Santiago Berrio y Estación Cocorná. Con el aporte que le correspondió a Estación, se construyeron las tres primeras aulas de clases y dormitorio para el profesor, para los cuales, los mismos militares, gestionaron la consecución de mobiliario. En el año de 1.967, Fany Henao se casó y con este nuevo hogar emigro su hermana Gabriela, quien más tarde se profesionalizo en el ramo de la educación. Entre los primeros alumnos se encuentran todavía, habitantes en la comunidad los hermanos: Nora, Elena y Eduardo Gómez. Cuenta doña Oliva Giraldo, habitante actual en la comunidad, que la primera educadora oficial, llego en enero de 1.967. Era una chocoana de quien no recuerda su nombre, afirma eso sí, que esta educadora solo trabajo de ese año hasta el mes de marzo, fecha en la cual se fue por problemas con la comunidad. En abril de ese mismo año, dice doña Oliva, llego su hermana Orfa en su reemplazo. En julio nombraron a Georgina García, esta se encargó del grado primero y Orfa de los grados tercero y segundo. Durante el año de 1.968, la situación continúo igual: Las mismas educadoras, atendiendo los mismos grados. En 1.969, Orfa Giraldo fue trasladada a Caracolí. La narradora cuenta que también ella emigro con su hermana permaneciendo por fuera tres años. Regreso a los tres años, en 1.972, y para entonces ya se había completado el equipo de profesores para la básica primaria y en consecuencia se había completado la primera oficial. Recuerda incluso, que la mayoría era personal femenino, lo que origino serios conflictos porque según testimonios de la comunidad el comportamiento de las educadoras no era el mejor. En consecuencia, la mayor parte de este personal fue removido de sus cargos. A partir de 1.972, la historia del Colegio pierde un poco la secuencia ya que la gente no recuerda con exactitud los pormenores de las situaciones presentadas año tras año y los archivos de la institución no permiten esclarecer la cronología de su desarrollo por la forma inadecuada de su organización. Por tal razón nos vemos hacia el año de 1.974, época en la cual llego a la institución una educadora llamada Mariela Pareja quien trabajó en el colegio de Puerto Perales. Cuenta ella, que cuando ella, vino en ese año encontró los siguientes educadores; Carlos Mario Posada, Rafael Moncada, Teresa Flórez y Rocío Castaño Delgado, esto indica que para ese año la nómina de educadores era de cinco. Según la misma educadora, entre 1.974 y 1.976, se hicieron los siguientes cambios, Teresa Flores fue reemplazada por Margarita Ramírez; Rocío Castaño fue reemplazada por José Alfonso Antonio Campos y ella fue trasladada en este último año. Aquí vuelve y se pierde la cronología de la historia de la institución y la retomamos de nuevo en el año de 1.979, cuando nació el ciclo de Básica Secundaria. Por lo encontrado en los registros de la institución, el grado 6o se abrió por primera vez el primero de abril cuando se matricularon para este grado un total de 13 alumnos. Para atenderlo fue nombrado el educador Luis Alberto Montoya, a quien le colaboró incansablemente en este año el presbítero Bernardo López, quien al parecer fue el que promovió su apertura. Desde que existe el colegio empezó a funcionar en el local de la parroquia, que entonces fue construido con fines de obra social para el campesinado aledaño a la población. La institución Naciente se denominó: Liceo Anexo Estación Cocorná del Instituto Agropecuario. Para este entonces el rector del Instituto era el señor Abdo Meller Faber Losa. El 8 de noviembre de ese mismo año, se recibió en la institución una comisión encabezada por el director de Distrito de aquella época, señor, Macario Ochoa, quien en compañía del director de Núcleo y el sacerdote, analizaron las posibilidades de apertura del grado séptimo al año siguiente. Para continuar con esta reseña histórica, es necesario hacerlo en forma paralela con la escuela y el colegio que funcionaban por separado. Nos ubicamos entonces en el año de 1.980. En cuanto a la escuela en este año, la nómina de profesores fue la siguiente; Oton Giraldo, Javier Díaz, quien tenía la dirección, Martha Lucia Duque, Armando Díaz, Nirlon Sánchez y Fabio Cárdenas. Respeto a la básica secundaria, esta sigue funcionando como anexo del Instituto Agropecuario de Puerto Triunfo, con el señor Abdo Meller Faber Losa como rector, Esperanza Santamaría Londoño como secretaria. El 4 de febrero se iniciaron las actividades con un total de 11 alumnos matriculados en el grado 6o. El 6 de marzo, se suspendieron las clases en ese grado, por orden del distrito hasta que llegara un nuevo educador y en el mismo oficio se tornaban las inscripciones para el grado séptimo. De esta manera, el 9 de marzo, se iniciaron las actividades con este grado para el cual se matricularon 13 alumnos. El 8 de abril, llegó al colegio en calidad provisional, la educadora, sor María Quiceno, quien más tarde sería nombrada para la escuela de puerto perales. De tal manera que así se completaba dos educadores para este nivel. El 14 de mayo fue trasladado de la escuela para el colegio el profesor, Fabio de Jesús Cárdenas, quien desplazó a sor María Caballero, nombrada para la escuela quien reemplazó a Luis Alberto Montoya, trasladado a Puerto Berrio. La educadora en mención tomó la coordinación del anexo que hasta el presente la manejó el profesor trasladado. En este año, continúo colaborando con algunas clases el padre Bernando López.